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El pago del coche Para la mayoría de la gente los precios de los vehículos oscilan entre los 15.000 y los 80.000 euros. Es un capital considerable y no todos los compradores disponen del dinero para poder pagar en metálico. Debemos considerar esta operación como si de una hipoteca se tratase y no quedarnos solamente con la oferta de financiación que nos ofrezca el concesionario.
Pero los créditos cada vez cuestan más de conseguir y encontrar la financiación puede resultar una tarea muy complicada.
Debemos tener en cuenta el plazo de devolución así como el tipo medio de interés TAE: cuanto mayor es el tiempo de devolución, mayor es el tipo de interés.
Así que en primer lugar, debemos analizar la capacidad real que se tiene de endeudamiento para estar seguros de poder pagar en los futuros pagos.
Opciones de pago Primero debemos plantearnos como afrontaremos el pago del coche. Podemos acudir al concesionario, a un banco, caja de ahorros o al resto de entidades financieras. Los concesionarios pueden ofrecerte los denominados créditos flexibles. Consisten en regalar las primeras cuotas o reducirlas durante el primer año. Pero se ha de ir con mucho cuidado, leer bien la letra pequeña y comprobar que el TAE que se aplique después sea asequible, así que se ha de calcular bien cuál será la cuota real una vez pasado el tiempo de promoción.
Sobre todo para los coches de segunda mano, a través de un banco o de una caja podremos hacer nuestra financiación; pedir un crédito personal. Suelen ofrecer mayores opciones de financiación. Disponen de ofertas de tipo variable. Debemos tener en cuenta también las comisiones ( por ejemplo de apertura o de cancelación ).
También podemos pedir un crédito rápido. Son préstamos concedidos en poco tiempo y con pocas condiciones. Pero el riesgo que asume la entidad es mayor así que el tipo de interés sube.
Multiopción Se trata de dividir el pago. Pagar parte del coche en un plazo corto y dejar el resto para un pago que se llama Valor Futuro Mínimo Garantizado en el que el cliente puede devolver el coche, cambiarlo, o quedarse con él.
Es una buena forma para cambiar más a menudo de coche o para poder tener un coche de gama alta que de otro modo no se podría.
Renting Es un alquiler a largo plazo a priori sin la opción de compra. La compañía de alquiler compra el coche en nombre del cliente y lo pone a su disposición durante un tiempo pactado con todos los gastos incluidos.
Es una buena opción para el pequeño y mediano empresario.
Gastos adicionales Se debe de tener en cuenta a parte del coste propio del vehículo los gastos que conlleve el mismo: la gasolina o las reparaciones posteriores. También el impuesto de matriculación o la emisión de gases del coche. También el impuesto de circulación que variará en función de la ciudad. Finalmente el seguro del coche.
Si es un coche de segunda mano se sebe paga el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales en Hacienda.
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